SEA OF LOVE

Un mañana aparentemente como cualquier otra, despierto en el cuarto de hotel, con la angustia del no saber, si es que alguna vez se puede realmente saber; el despertador que debería haber sonado hace media hora está mudo. Tomo el control remoto y no hay señal, maldigo por no poder enterarme de lo que realmente no me interesa enterarme; abro la lap y ninguna conexión inalámbrica, nueva cuenta la maldición en la boca por no poder leer los correos que nadie me envía. Tomo el teléfono, marco el servicio a cuartos, larga espera, no contestan, hambre no tengo, calma, calma un regaderazo y todo listo, no hay agua, ni fría ni caliente; me visto tan rápido como puedo, salgo y no hay elevador; calma, calma son solo tres pisos, bajo y cruzo el jardín y me doy cuenta que es de noche, una noche espesa con una bruma extraña que se puede cortar con la mano, corro desesperado, las calles vacías, alcanzo a ver a lo lejos una luz parpadeante, me voy acercando y sí, es el Savoy Brown , anoche (¿anoche?) estuve ahí hasta altas horas, invirtiendo (¿gastando?) moneda tras moneda para que la rockola tocara Sea of Love y sintiéndome Pacino al apretar la cintura de Patricia, para bailar , para no estar solo, para que no se alejara; el cenicero está lleno y puedo ver las marcas de bilé en las colillas, aun puedo percibir su perfume en el ambiente; tomo un vaso lo lleno de güisqui y de un trago lo vacío; calma, calma, salgo y la bruma es más intensa y aterradora , camino no se cuanto y por fin llego al hotel, agotado traspaso la puerta de mi cuarto y ahí esta sentada en el borde de la cama, el pelo rubio y su ojos profundamente azules, el vestido rojo y el tentador escote llamándome e invitándome de nueva cuenta; escucho Sea of Love pero muy lejano mientras hacemos el amor. Despierto sobresaltado, sudando, agitado, el despertador mudo, no hay señal de t.v. , no contestan el teléfono, veo un vestido rojo al pie de la cama, escucho el correr del agua, corro la cortina del baño y estoy solo; calma, calma…………..