viernes, 29 de febrero de 2008

CINES DE MEXICO

Los antiguos cines de la Ciudad de México (me refiero a los años 60’s), eran de verdad impresionantes, recuerdo el Coloso, inmenso en su altura, tenía dos pisos además de la planta baja, el Maya, enfrente del antes citado, grande pero a lo largo y con una galería desde la que para mi gusto se veía mejor, el Colonial que trataba de semejar un pueblo colonial con todo y sus balcones, el Alameda que en el techo tenía unas lucecitas imitando estrellas y nubes en movimiento, el fabuloso Cosmos (de triste memoria, por la masacre de estudiantes en sus inmediaciones, en 1971)y otros como el Cairo, Sonora , Teresa (con los mejores programas dobles de la capital, según rezaba su propaganda), Edén, Gloria, Bucareli y muchos más, el que me pareció el mas grande de México, era el Internacional, que si te sentabas en la última fila parecía que estabas viendo la televisión (bueno no tanto, pero así me parecía). Contaba con diez años, cuando mi afición por el cine, se vio recompensada con el poder asistir a las matinés solo, mi madre me llevaba hasta la entrada del cine, compraba mi boleto y luego me encargaba con alguna familia; terminada la función me esperaba a la salida y feliz de la vida le contaba una, a una las películas que había visto ese día. El costo de la entrada era de $1.50 y proyectaban tres películas. En ese tiempo de vacas flacas, desafortunadamente no alcanzaba el dinero para que mi madre me acompañara, pero ella gustosa se desprendía de algo, para que su amado hijo asistiera. La matinée era exclusiva de los domingos, comenzaba a las 9 am y terminaba cerca de las 2 pm, en estas funciones, disfruté de las grandiosas producciones de Hollywood de los 30, 40, 50 y 60’s, como Ben-Hur, Los 10 Mandamientos, Casa Blanca, Espartaco, Lo que el viento se llevó, etc. y de las fabulosas producciones de clase “B”, que comprendían desde filmes de monstruos, guerra, de romanos, ciencia ficción, del oeste, hasta comedias de los Tres Chiflados, Hermanos Marx, El Gordo y el Flaco y Buster Keaton. En esa época, la programación de la matinée, era temática, es decir, proyectaban tres de romanos, tres del oeste, tres de terror etc. En Semana Santa no faltaban, Rey de Reyes y Demetrio el Gladiador (con el cara de alcohólico, Víctor Mature ), en época navideña tampoco faltaban, Una Vida Maravillosa ( con James Stewart, ¿por qué Nicolas Cage se quiere parecer tanto a James?) y Un cuento de Navidad.

Lo que más me gustaba a esa edad, eran las películas seriadas, en riguroso blanco y negro, en las que semana tras semana nos quedábamos picadísimos con las interrogantes de: ¿qué pasará? ¿se salvara? ¿logrará rescatarla? no se pierdan la continuación de ……..; de éstas series recuerdo las del Capitán Maravilla, Flash Gordon, Batman, El Hombre Cohete, Los Halcones Negros y demás personajes salidos de los comics (o de las comiquitas coño). Desde esa época no tengo predilección por los dibujos animados, no es que los deseche, simplemente para mi no tiene nada que hacer, Blanca Nieves con todo y su bruja, ante las series del hombre lobo, como podría dejar de ver Sin Novedad en el Frente por ver a La Bella Durmiente o cambiar Dumbo por Buck Rogers, nunca, nunca, jamás.

Hoy las grandes cadenas nacionales y extranjeras, son propietarias de grandes complejos de salas, donde proyectan los filmes en dolby, surround, digital y quien sabe que tecnologías, pero con una calidad de proyección muy mala y desgraciadamente, si se las ve en DVD se ven mejor las imágenes que en el propio cine, en estos complejos lo más importante es la venta de dulces y comida chatarra lo demás sale sobrando; ¿nostalgia por los viejos cines? si , por que estaban diseñados para eso, para ver cine, no para ir a comer (algunos(as) van a tragar), con pantallas grandísimas, no como ahora que parecen televisiones, con todo aquello de mi niñez.
Gracias, Gary Cooper, Kirk Douglas, Rita Hayworth, Marilyn, Errol Flynn , Boris Karloff, Jane Fonda……… gracias por haber hecho mi niñez tan feliz y menos miserable.

martes, 26 de febrero de 2008

BETO FREAK

Corrían los meses de abril-mayo del ya lejano 1971 (o tan cercano, al menos en mi memoria), estudiábamos y éramos miembros de la maravillosa primera generación del Colegio de Ciencias y Humanidades, donde aprendimos de la solidaridad, de la nobleza, valentía y sabiduría de maestros jóvenes y en absoluto convencionales, que habían sido lideres y en algunos caso sobrevivientes del entonces cercano 1968.

Cuando lo ví por primera vez, no pude dejar de asombrarme, creo que está en mi naturaleza, ver (escudriñar) de manera impertinente a lo que de entrada considero diferente o que de alguna manera me llame poderosamente la atención; puede ser alguien por su color, su belleza, algún defecto físico o como en este caso, su enorme masa corporal. Llegó caminando lentamente hacia el grupo de amigos que estábamos, algunos cantando y otros tocando la guitarra, sentados en una de las múltiples jardineras que se podían encontrar por todas la pequeñas explanadas, de la escuela. Su nombre Mario Alberto y conocido por muchos como “Beto Freak”; con la aparente timidez que lo caracterizaba, nos preguntó si podía juntarse con nosotros, algunos lo ignoraron y otros le abrimos un espacio, después de un rato tomó una de la guitarras que alguien había puesto a descansar, las notas un poco extrañas sonaron en una mezcla de rock, blues, jazz o no se que, con una velocidad y cadencia, que pasado el tiempo me di cuenta que eran producto de largas sesiones escuchando y aprendiendo del gran Frank Zappa, pero que en esos momentos nos parecieron estrafalarias tanto o más que la propia apariencia de Beto.Creo que desde ese primer día nos adoptamos mutuamente.

Beto Freak recién desempacado del Colegio Salesiano, tenía una imagen como salida de la revista Heavy Metal o de Mad, corto de estatura, con más de cien kilos en su cuerpo, un pelo largo y chinísimo (que podría ser la envidia de los perros ovejeros), sus camisas de manta que bien tapaban de las inclemencias del sol, a más de cinco y su infaltable morral, en el que te encontrabas desde libros de poesía de Bodelaire y de Rimbaud o el Kaliman más reciente, hasta alguna riquísima torta, prepara por las sabias manos de Fanny (su madre).

En ese tiempo, Freak vivía en un barrio de clase obrera, rodeado de viejas fábricas y talleres, paradójicamente vecino de una de las colonias más ricas de la Ciudad de México (de ese entonces y hoy en día), Polanco, muy cercano también del barrio de Santa Julia, de nombre muy conocido gracias al famoso salteador de caminos apodado “El Tigre”. Su casa de un solo piso, albergaba la recámara de sus padres, la recámara de él, que compartía con sus dos hermanos, un patio largo lleno de plantas y un área grande (la principal) en la que se encontraba la cocina y las mesas en donde Fanny día con día, le daba de comer (en su mejor época) a no menos de treinta comensales; entre secretarias, obreros , mecánicos, uno que otro empleadito encorbatado y albañiles. La logística de la cocina económica (así se llama en el D.F. a los pequeños restaurantes de barrio), estaba a cargo de su padre en cuanto a las compras y a la atención a clientes y en la parte culinaria, Fanny. La primera ocasión que fui a su casa, me impactaron dos cosas: una, la exquisita comida que Fanny preparaba, esos inolvidables bIsteces encebollados con salsa martajada, chiles rellenos con el huevo esponjadito, la fabulosa sopa de fideos con una cucharadota de frijoles negros de la olla (¿acaso hay de otros?) y un buen vaso de agua de piña, en el punto exacto, ni dulce ni ácida, simplemente el agua de Fanny; la segunda, entrar a la habitación de Freak y encontrarme con la colección de discos que no imaginaba hasta ese momento, que alguien en su casa pudiera tener, ahí se podían ver desde los Beatles, pasando por Pink Floyd, Eric Clapton, Frank Zappa, Spooky Tooth, Roxy Music, Yes hasta uno que otro de tangos y de Chava Flores, pero con el predominio del Rock en todas sus variantes y estilos.

Esa casa de tan grandes recuerdos, fue sitio de reunión del nunca bien ponderado grupo de Rock, poesía, literatura, política, cocina y chistes, llamado Splath!. Como olvidarse de las grandes sesiones de música y ensayos para tocar en las tardeadas con los cuates, como olvidarse de las grandiosas discusiones de política que sosteníamos, Lalo, Tancho y yo, como olvidarse de Pepe, Arturo, Ricardo, cada uno de ellos amigos de siempre y para siempre; y los hermanos de Freak, Toño nuestro ídolo y maestro de matemáticas, todo un genio que desde la prepa y sobre todo en la Universidad, ponía a estudiar a sus maestros; desde el primer semestre en la Facultad de Ingeniería, lo nombraron profesor adjunto y de ahí a Japón becado por la Universidad y el CONACYT y hoy en día convertido en monje budista y que decir de Manolo el más pequeño de los tres (un lindo niño y cortés), que al paso de los años se convirtió experto en estadística, demoscopía y cibernética, quien fue el primero en alertar sobre el fraude electoral que se estaba cocinando en el 2006, que ante el cúmulo de evidencias que le presentó en varios debates a Roy Campos (famoso encuestador), diciéndole en su cara, que sus encuestas estaban falseadas,a este último lo único que le quedo por decir es que Manuel era un fanático del “Peje”, esta aventura le costó su empleo.

A Beto Freak le debo mucho de lo que hoy soy, él me enseñó el mundo de la música (antes lo único que me interesaban eran los Beatles); me enseñó a disfrutar de la poesía francesa, la llamada maldita, con el aprendí a descartar mis complejos, hacia arriba y hacia abajo.
Con el paso del tiempo, Beto se ha convertido en un prestigiado psicólogo e investigador, catedrático de ya varias generaciones en la Universidad. Hace uno días platiqué con Freak, lamentablemente su salud se ha ido minando debido a problemas pulmonares y a su exceso de peso, sin embrago su estado de animo está por los cielos fiel a lo que enseña y proyecta, con el mismo gusto por el rock, hoy con más cultura sobre sus hombros, con el mismo gusto por la literatura, pero apunto de publicar su libro.

Hoy escribo con el pensamiento en esos buenos tiempos del C.C.H., con el corazón y sentimientos encontrados, felicidad nostalgia y tristeza por los que ya no pueden leer estas líneas y que formaron parte de mis experiencias.

Escribo para felicitarte en tu cumpleaños y decirte amigo y sobre todo hermano, así, con mayúsculas, querido BETO FREAK.

jueves, 7 de febrero de 2008

CERO TOLERANCIA

El diputado por el PANAL, Xiuh Guillermo Tenorio, no contento con la aprobación de la Ley de Protección para los No Fumadores (o lago parecido), que estipula que en lugares cerrados el 30 por ciento del local, debidamente separado del resto, fuera para fumadores, ahora propone que ni de ese pequeño espacio, puedan gozar aquellos que deseen fumar. Su propuesta es de que sea cero por ciento; es decir que en ningún lugar cerrado, en la Ciudad de México (cantinas, restaurantes, discotecas, etc.) se permita fumar, dicho de otra manera, todo lugar cerrado, sea cien por ciento libre de humo. Cero tolerancia hacia los fumadores.

Coincido plenamente, con los que han llamado a estas medidas, fascismo sanitario.
A lo anterior propuesta, se suma el diputado Víctor Hugo Círigo , este del PRD (para vergüenza del PRD) Y los diputados de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, también resolvieron apoyar la iniciativa del gordillista Tenorio. Si esto sigue así en poco tiempo los Defeños y sus visitantes fumadores, serán discriminados.

Si de ser de primer mundo se trata, deberían establecer que quien quiera abrir o tenga un negocio, como restaurante, bar, etc. y que lo considere solo para fumadores, que lo haga, y así lo dé a conocer en lugar visible (como tengo entendido que lo hacen en Madrid).

Transcribo lo que el poeta Javier Sicilia, opina sobre este tema:

“No niego que el cigarro haga daño –no más que el de la comida chatarra o el de la cantidad de pesticidas que ingerimos con las verduras, o de antibióticos y conservadores que ingerimos con la carne y la comida enlatada, y estaría de acuerdo con su extinción si se aplicara el mismo método de criminalización –la exclusión del fumador de los lugares públicos, su persecución mediante multas y la exageración en la propaganda de su malignidad o nocividad es una manera de criminalizarlo– a quienes usan coches o transportes motorizados –los grados de plomo y de CO2 que arrojan a la atmósfera en la Ciudad de México y que diariamente respiran sus habitantes no son ni siquiera comparables al humo que arrojarían todos los fumadores del planeta en la misma ciudad–, a los fabricantes de llantas, de papel, a los que refinan petróleo, etcétera; en síntesis, a todos aquellos buenos ciudadanos que no fuman pero que arrojan en sus tareas diarias una enorme cantidad de contaminantes más nocivos que el del tabaco a la atmósfera y a nuestros pulmones. Mientras esto no suceda, y el señalado sea el fumador, no es deshonesto revelarlo como el “chivo expiatorio” de la violencia ambiental de las ciudades que la ley no puede contener.”
Aclaro de nueva cuenta: no soy fumador. Pero caray, que leyes.

viernes, 1 de febrero de 2008

AARON ESCOBEDO

Desde que llegué a Zacatecas, tengo la percepción que está poblada por gente, con amplia cultura (en todos los niveles sociales); sus semanas culturales son de lo mejor en el ámbito nacional, se presentan artistas de talla mundial, cuenta con museos bellísimos, se celebran coloquios de literatura con la participacíon de escritores del todo el mundo. Paco Ignacio Taibo II, revivió a su entrañable detective, a petición de sus lectores zacatecanos.
Dentro del medio de la música, Zacatecas cuenta con trovadores y cantautores de muy alto nivel, tanto musical como poético. Uno de ellos es Aarón Escobedo, con una trayectoria que empieza a sus diecisiete años, cantando en el bar del "Hotel Posada de la moneda", dentro de sus logros más significativos es el haber conseguido como compositor, el tercer lugar nacional en el 2o. Festival de la Canción celebrado en Querétaro y teniendo como madrina a la cantante Arianna.

Aarón tiene en su haber, más de doscientas composiciones muchas de las cuales han sido interpretadas por grupos y trovadores de diferentes estilos. Su voz no es un portento de fuerza, pero no necesita hacer parafernalia como muchos otros, para apantallar a los villarmelones , su coloratura es de tal calidad, que enseguida piensas: ahí si hay un cantante de verdad.
No solo es cantautor, ha participado en diversas obras de teatro,de las que destacan: Jesucristo Super Estrella y José el Soñador, con estas obras se podría decir que su grupo, es precursor del Teatro de Calle.

Tengo la fortuna de poder llamarlo amigo, en el casi un año de convivencia diaria, me he dado cuenta de su sensibilidad y romanticismo que están plasmadas en sus letras y música. Es un hombre con una calidad humana , que se percibe al poco rato de platicar con él, su sencillez es una de sus cualidades, aún y con toda su experiencia, se pone nervioso y se ruboriza ante el público, no por ello demerita su calidad de artista.
Los artistas como Aarón no se dan en maceta, son como los buenos vinos; se disfrutan de poquito en poquito.
Sirva esto como una manera de decir que te respeto y te estimo.