A la entrada de Auschwits (campo nazi de exterminio), un gran anuncio decía "El trabajo libera". Más de 60años después, los obreros y funcionarios que tienen trabajo, tienen que agradecer el favor que alguna empresa le hace permitiéndoles romperse el lomo día tras día, en la oficina o fábrica.
La anterior reflexión, viene al caso después de haber leído en el blog de mi amigo Jesús ( http://jholaguepersonal.blogspot.com ), lo que le pasó a un conocido de él y sus pensamientos al haber perdido su trabajo;aunado a los cambios que están sucediendo en la empresa donde Jesús labora.
Hay un dicho de la abuela de un amigo ( de nombre "El charro" y de apodo Alfredo), que dice:"El audaz vive del tonto, y el tonto de su trabajo" y creo que hoy más que nunca esto es verdad, porque eso de que "Trabaja y Triunfarás" ya nadie se lo crería, como tampoco nadie se cree los grititos histéricos de Miguel A. Cornejo cuando sentencia: "¡Gallinas levanten el vuelo y conviertanse en águilas!" (cuando se lo escuché en un seminario, al que asistí casi obligado, me moría de la risa).
En este mundo neoliberal el derecho al empleo se está reduciendo al derecho de trabajar por lo que quieran pagarte y en las condiciones que quieran imponerte.No hay en el mundo mercancía más barata que la mano de obra; parafraseando a un gerente de recursos humanos, cuando alguien solicitaba aumento de sueldo, solía decir. ¿ves esos archivos? están llenos de solicitudes de gente que quiere ocupar tu lugar, tómalo o déjalo, es la conclusión.
Tenemos miedo de perder: perder el trabajo, el dinero, la comida, la casa, perder la dignidad. Hasta el más triunfador puede de un día para otro, convertirse en perdedor, en un fracasado indigno de que lo voltees a ver, indigno de compasión.
Díganme, ¿Quién no tiene pánico ante la posibilidad de recibir un memo ( en el mejor de los casos ) que lamenta comunicarle que la empresa se ve obligada a prescindir de sus servicios, de acuerdo a las nuevas políticas de ahorro, o a la reestrcturación de la compañía, o porque sí nomás?.
Cualquiera puede caer, en cualquier momento; cualquiera puede convertirse de un momento a otro, en un viejo de 40 años.
Encontrar trabajo o conservarlo, aunque sea sin vacaciones, ni plan de jubilación, ni nada y aunque sea a cambio de un sueldo de mierda, lo celebramos como cuando nuestro equipo anota un gol.
Y no me digan que podemos auto emplearnos, poner un negocito, que nos darán un crédito para una Pyme, estos son cuentos iguales a los libros de auto ayuda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario