La derecha encabezada por Felipe Calderón, trata de dar un golpe al patrimonio y al futuro de la nación con la reforma energética, aliado con las fuerzas mas retrógradas y que de facto son las que gobiernan en este país. Pretenden por más eufemismos que utilicen, de poner en manos de empresas privadas y extranjeras, nuestra principal riqueza y de la que depende nuestro crecimiento y economía.
Si no hacemos algo, si no participamos, por ejemplo, este domingo 27 en la consulta, si no hacemos oír nuestra voz podemos perder el rumbo como nación independiente, creo no exagerar, lo que está en juego no es cosa menor, este "gobierno" nacido de un fraude, tiene la posibilidad si no se lo impedimos, de revertir una de las conquistas que en el siglo pasado nos dio rumbo como nación independiente.
Si fueran verdaderos patriotas primero se tendrían que preocupar en fortalecer la industria petrolera, hacerla eficiente, digna, fuerte. En lugar de detener la depredación que desde Salina de Gortari ha hecho que Pemex casi esté en banca rota (por eso importamos gasolina), lo primero que se les ocurre es tratar de dársela a manos privadas, lo primero que hacen es aliarse con uno de los lideres sindicales más corruptos de este país (basta ver las fotos de Calderón con Romero Deschamps), el cual ha guardado sospechoso silencio en el debate sobre la reforma.
En su empeño apoyan a Calderón, además de gobiernos y empresas extranjeras, priistas corruptos (a los que la Revolución si les hizo justicia), como el exsecretario de Hacienda y varios gurus del neoliberalismo, al servicio de intereses foráneos. Lo apoyan, los poderes fácticos; el dinero, la jerarquía católica, un sector importante de los medios electrónicos.
Es necesario frenar ahora a Calderón y su reforma. Nadie tiene derecho a empeñar el futuro del país y el de nuestros hijos. Si a quienes nos atrevemos a sostener que la elección presidencial no fue limpia y por tanto el gobierno emanado de ella no es legitimo se nos tacha de locos, de intolerantes, de radicales, de protofascistas, de antidemocráticos lo mismo habran de decir de quienes hablemos y luchemos para evitar que el petróleo, propiedad de la nación, sea entregado a la iniciativa privada. Si de la defensa de esta causa se trata; bienvenidos todos los epítetos que nos quieran colgar . Que se revuelquen en su estercolero si quieren pero que no logren su propósito.
¡Digamos no a la reforma calderonista!
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