Hace algunos años, platicando con un ultracatólico acerca del peligro en que algunos sacerdotes, por su trabajo pastoral, se encuentran, tanto en México como en toda América Latina; le comentaba del asesinato en El Salvador en los años ochenta del Padre Jesuita Ignacio Ellacuría y de Monseñor Carlos Arnulfo Romero. De este último le platicaba de la película que se había realizado sobre su vida y muerte, su comentario me dejó pasmado; tanto el Jesuita como Romero se lo habían buscado, por su activísimo político, la película no tenía el mayor mérito debido a que la habían financiado los Jesuitas y por lo tanto no era una visión imparcial y con ella apoyaban la teología de la liberación.
Lo anterior me vino a la memoria, al leer que la Compañía de Jesús el día 19 de este mes, había elegido por unanimidad al Padre Adolfo Nicolás como su nuevo superior general.La Compañía de Jesús se ha caracterizado y sobre todo en los últimos tiempos, por su opción preferencial por los pobres lo que ha irritado en sin número de ocasiones al Vaticano; así mismo, como lo dice el estudioso de las religiones Bernardo Barranco: "el estudio a fondo de idiomas, disciplinas sagradas y "profanas", antes o después de su ordenación sacerdotal, ha hecho de los miembros de la Compañía, durante casi cinco siglos, los líderes intelectuales del catolicismo".
Tuve el privilegio de conocer,en Nicaragua, al siguiente año del triunfo de la Revolucion Sandinista,a varios sacerdotes Jesuitas, que tabajaban en la primera línea de los voluntarios;alfabetizando, curando,alimentando,reconfortando a huerfanos y viudas, sin pedir tregua ni descanso, eran años verdaderamente dificiles y ahí estaban como decimos coloquialmente "al pie del cañón", como ejemplo vivo de su filosofía y su amor a Cristo.
Privilegio fue también, poder conocer y estrechar la mano del Padre Ernesto Cardenal, así como escuchar en su propía voz algunos de sus poemas que leyó en una escuela.
Adolfo Nicolás sustituye a Peter-Hans Kolvenbach, sacerdote holandés que estuvo al frente de los Jesuitas durante los últimos 24 años; “No te olvides de los pobres”(según las crónicas), dijo un Jesuita compañero al nuevo general al felicitarlo por su nombramiento después de ser elegido. Lo contó él mismo en su primera homilía como superior de la Compañía.
EL nuevo conductor de la Orden en su primera homilía expresó:“Uno de vosotros me ha dicho en un susurro: ‘¡No te olvides de los pobres!’ Quizá éste es el saludo más importante, como cuando Pablo se dirige a las Iglesias más ricas pidiendo para los pobres de Jerusalén. No te olvides de los pobres: Éstas son nuestras ‘naciones’. Éstas son las naciones para las que la salvación es todavía un sueño, un deseo. Quizá está ya entre ellas, pero no la perciben”......“porque en la sociedad actual sólo tienen cabida los grandes, no los pequeños. Por ello, todas las naciones humanamente lejanas tienen necesidad del profeta, del mensaje de Dios”.
Estas palabras, para mí, son como una brisa fresca en el desierto.
2 comentarios:
Mario:Hay personas que se basan su fe en restricciones dogmáticas, pero lo real es el Evangelio, y por eso optamos los creyentes cristocéntricos, seguir sus huellas, y los jsuitas son un buen refrente hoy. Saludos, un abrazote. Por cierto, cuando postees pon la letra en tamaño normal...
MARIO AGRANDA TU LETRA...
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